Historia del Hotel más antiguo de Jerez

La historia de Nuevo Hotel comienza cuando nuestro abuelo, Agustín Corrales Rodriguez de Medina, empieza ayudando en una pensión en C/ Corredera, perteneciente a unos parientes de él, de la familia Galán.

Nuestro bisabuelo era carpintero-ebanista y quería que su hijo, Agustín, continuará con su profesión. Pero él se escapaba a la estación de trenes para traer clientes a la pensión.

De esta forma y con el tiempo, nuestro abuelo alquiló la casa Palacio en calle Caballeros, 23, al Vizconde de Almocadén y comenzó su andadura como empresario de hostelería.

Más tarde la casa pasó a ser propiedad de dos hermanas Domecq, casadas una con el Conde de Peraleja y otra con el General Pardo. Por aquel entonces ya tenía varios negocios en funcionamiento muy conocidos en nuestra hermosa ciudad, como el Gallo Azul , el Casino Jerezano, el Casino de Labradores o el restaurante Fornos, todos ellos situados en calle Larga. Posteriormente, el negocio pasó a nuestra abuela y luego a sus hijos: Rosario (nuestra madre) y Juan Manuel (nuestro tío, el mayor de los dos).

 

 

Nuestro tío, entonces, tomó las riendas del negocio. Al pasar los años compró el edificio a las hermanas Domecq y trabajó en el negocio hasta el año 2000, en el cual se jubiló.

La casa se ha ido reformando, pero siempre intentando mantener el estilo, para que no pierda su encanto. La reja que veis en la entrada estaba arrumbada en el desván de la azotea y fue nuestro tío quien la bajó y la puso de nuevo en la entrada.

Bajo el patio de entrada y la recepción existe un aljibe, de unos cuatro metros de altura. Nuestro bisabuelo hizo una escalera de caracol y allí tenía el hotel La Fresquera, para alimentos, bebidas… Con la humedad, al ser de madera se pudrió.

Andrés trabajó aquí por muchos años pero no seguidamente, porque llevó otros negocios y estuvo trabajando fuera. Y Pepa empezó a trabajar desde muy jovencita y continúa con nosotros.

Hoy en día Nuevo Hotel es el hotel más antiguo de Jerez de la Frontera. Donde continuamos con la política que nuestro abuelo instauró en 1927: dar un servicio ejemplar de calidad, familiar y cercano a todos aquellos turistas que visitan nuestra magnífica ciudad.

En nuestras instalaciones, además, contamos con un ascensor, que facilitará el acceso a nuestras habitaciones, para dar una mayor comodidad a nuestros clientes.

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